Proceso de transformación del caucho natural para la fabricación de una llanta

Extracción del caucho natural

¿Te has preguntado de dónde proviene el caucho natural y cómo se logra su extracción?

El caucho natural se obtiene de ciertos tipos de árboles, entre ellos, el Hevea brasiliensis originario del Amazonas, y comúnmente conocido como el árbol que llora, pues tras hacer una incisión o sangría en su corteza, este deja caer en forma líquida una sustancia lechosa llamada látex.

Para iniciar el proceso de sangrado o rayado, se instalan unas canaletas que conectan la línea de escurrimiento por donde va a circular el látex con unas tazas recolectoras donde se almacena para su posterior manipulación.

Los árboles normalmente son sangrados a partir del cuarto o quinto año de edad, dicha labor es tan meticulosa y precisa que en Mavalle hemos creado la Escuela de sangría. Allí, los rayadores aprenden a hacer incisiones con la precisión de un cirujano. Una mala incisión puede causar enfermedades en el árbol e incluso, dejarlo improductivo.

En este ritual, los rayadores deben identificar y marcar la zona específica en el tronco del árbol, tomar la cuchilla de una forma determinada y, con una inclinación precisa, cortar su piel de forma superficial, no más de 1 a 2 mm de profundidad, cuidando los espacios entre raya y raya.

Al hacer la sangría, los rayadores deben asegurarse de que el árbol empiece a gotear y de que el látex esté cayendo en la taza recolectora, antes de pasar al siguiente árbol. Un mismo árbol se puede rayar hasta por 25 años.

Luego del proceso agrícola en campo, se recogen los coágulos de látex y se dejan en unas cajas especiales en las que son madurados de 20 a 30 días. Culminada la maduración, la materia prima ya está lista para comenzar su proceso en la planta industrial.

Limpieza del caucho natural

Debido a que los coágulos de látex llegan de campo, donde normalmente están expuestos a la caída de hojas, insectos y pedazos de madera del árbol, en la planta se hace un riguroso proceso de limpieza para quitar todos estos elementos clasificados como impurezas.

Cuando los coágulos entran en la línea de procesamiento para su transformación en caucho técnicamente especificado (TSR por sus siglas en inglés), un tipo de caucho que por sus características es ideal para la fabricación de llantas y otros productos, se cortan en pedazos más pequeños y se lavan repetidamente, con el propósito de reducir su tamaño y aumentar su superficies de contacto, para asegurarse de retirar todos los contaminantes, así como el contenido de ácidos grasos.

El picado y el lavado de los coágulos ocurre de manera progresiva, en la medida que la materia prima va pasando de un tanque con agua a otro, hasta llegar a la paletizadora final, en la que los trozos tienen de 2 a 4 mm de diámetro y están lo suficientemente limpios para entrar al proceso de secado.

Secado, proceso de laboratorio y embalaje del caucho natural

Cuando los trozos han sido cortados en migajas de 2 a 4 mm de diámetro, son servidos en los moldes del carro transportador en el que pasarán por el horno de secado.

En su paso por el secador, serán sometidos a temperaturas y tiempos de secado variables, dependiendo de la naturaleza de los gránulos al momento de su entrada y de las características que se desean en el producto terminado. En este proceso de secado se terminan de remover algunas impurezas propias de la materia prima como lo son la ceniza y el material volátil.

Una vez concluido el proceso de secado, el caucho es desmoldado del carro transportador y sometido al prensado con el que se termina de dar forma al bloque o bala de caucho natural TSR-10.

Durante esta etapa del proceso, se hace una inspección final para descartar puntos blancos y/o contaminantes, así mismo se toman muestras de producto para la validación de sus propiedades físicas y químicas, y su posterior clasificación como TSR-10, que es el requerido por la industria llantera.

En el siguiente gráfico se ilustran los pasos finales para tener un caucho natural clasificado como TSR-10.

Una vez están listos e inspeccionados los bloques de caucho natural TSR-10, se embalan, se cubren con plástico y son puestos en estibas para ser llevados como materia prima a las llanteras, pues si hay algo claro, es que “sin caucho no hay llanta”.

Qué se necesita para la construcción de una llanta

El proceso de construcción de un neumático o llanta empieza por su materia fundamental: el caucho, que mezclado con otros ingredientes, crea un compuesto gomoso de color negro como punto de partida de toda la cadena de producción.

Se estima que en el proceso de creación de un neumático intervienen hasta 200 componentes, donde hay diferentes tipos de caucho, lonas con cables de acero, sustancias, pigmentos químicos, aditivos y demás que permiten lograr la perfección y seguridad necesaria para constituir el cimiento de un medio de transporte.

Al final, a través de una serie de inspecciones, tanto humanas como automatizadas, se comprueban minuciosamente los neumáticos antes de comercializarse.

Algunos datos del caucho natural en la industria llantera

  • Hoy en día, según datos de Statista a 2018, el caucho natural representa el 70% de los costos de materia prima del sector llantero, especialmente para llantas y neumáticos de camiones pesados y aeronaves.
  • Las llanteras tienen estrictos procesos de homologación y exigen a sus proveedores de caucho natural el absoluto cumplimiento de los mismos, no solo desde la perspectiva técnica, sino también en los ámbitos de sostenibilidad, garantizando así las buenas prácticas a lo largo de toda la cadena.
  • El 20 a 35% del consumo de combustible de un vehículo es consecuencia del desempeño de los neumáticos, por ello, el sector llantero constantemente busca mejorar la eficiencia de sus productos.

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